domingo, 24 de marzo de 2013

Freud & Jung: desavenencias políticas



El inconsciente ario tiene un potencial mayor que el judío ...
C.G. Jung, enero de 1934
 
Tal como en la novela Farenheit 451, los escritos de Freud fueron quemados por los nazis. El psicoanálisis tenía la impronta del judaísmo y esto le trajo muchos problemas a su creador y al movimiento psicoanalítico. Lo de Freud fue una tragedia, debió soportar que sus cuatro hermanas fueran ejecutadas en Auschwitz y Thereseinstadt. Se dice que en el momento de ingresar a la cámara de gas, una de ellas gritaba: “Aquí hay un error, yo soy la hermana de Sigmund Freud”. De verdad, terrible. Además Freud, para no correr la misma suerte debió abandonar Viena y exiliarse en Londres.
Si bien Freud escribió sobre la guerra, no se dio a la tarea de explicar la contingencia de lo que estaba sucediendo por esos momentos desde un punto de vista psicológico. Jung en cambio, sí lo hizo, bien o mal, pero lo hizo. Es probable que esta entrada provoque resquemores en los seguidores de Jung pero existen antecedentes suficientes que demuestran la simpatía del médico suizo con las ideas del partido nacional socialista alemán. Jung intentó dar sustento al régimen nazi con su psicología. La psicología analítica proveería de un soporte mental a las ideas que Hitler desarrolla en su nefasto y diabólico libro MI LUCHA.

 
 
Freud jamás se habría imaginado que el primer presidente de la Sociedad Psicoanalítica Internacional, el propio Jung, nombrado por él, con posterioridad mostraría simpatía y compromiso con el nazismo. La elección de Jung se debió precisamente a razones de tipo políticas; había que liberar al psicoanálisis de la impronta judía y un primer gesto lo podría dar el nombramiento de un médico suizo sin sangre judía. Jung además poseía la brillantez requerida para ocupar ese cargo.

El psicoanálisis se presentaba al mundo con una cara distinta y con la intención de masificar su práctica sin tintes de racismo. En 1910 se fundaba la Sociedad Psicoanalítica Internacional  encargada de difundir el psicoanálisis y de proporcionar un marco regulatorio de su práctica y quehacer científico. De lo dicho, podemos concluir que el quiebre entre Freud y Jung se debió por sobre todo a razones de tipo ideológicas y políticas. Sólo en segundo lugar podemos argüir razones epistemológicas y teóricas.-     

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