sábado, 4 de agosto de 2012

Freud sobre Halsmann


Siguiendo con el tema de la entrada anterior, habíamos dicho que Freud escribió una breve comunicación acerca del proceso. Reproduzco a continuación aquel escrito de forma íntegra:


LA PERITACION FORENSE EN EL PROCESO HALSMANN (1931)

“En la medida de nuestros conocimientos, el complejo de Edipo existe en la infancia de todo ser humano, experimenta considerables modificaciones en el curso del desarrollo y en muchos individuos subsiste con variable intensidad aún en la edad madura. Sus caracteres esenciales, su universalidad, su contenido, sus vicisitudes mismas, todo esto fue reconocido ya, mucho antes de que surgiera el psicoanálisis, por un pensador tan agudo como Diderot. Así lo atestigua un pasaje de su renombrado diálogo Le neveu de Rameau, cuya traducción por Goethe en el tomo XLV de la Sophienausgabe dice en la página 136 lo siguiente: “Si el pequeño salvaje quedase librado a sí mismo y si conservase toda su imbecilidad; si uniera a la escasa razón de un niño de pecho la violencia de las pasiones de un hombre de treinta años, por cierto que le retorcería el cuello al padre y deshonraría a la madre.”

Si se hubiese demostrado objetivamente que Phillip Halsmann mató a su padre, tendríase, en efecto, el derecho de invocar el complejo de Edipo para motivar una acción incomprensible de otro modo. Dado que tal prueba, empero, no ha sido producida, la mención del complejo de Edipo sólo puede inducir a confusión, y en el mejor de los casos, es ociosa. Cuanto la instrucción ha revelado en la familia Halsmann con respecto a conflictos y desavenencias entre padre e hijo no basta en modo alguno para fundamentar la presunción de una mala relación paterna en el hijo. Sin embargo, aunque así no fuera, cabría aducir que falta un largo trecho para llegar a la motivación de semejante acto. Precisamente por su existencia universal, el complejo de Edipo no se presta para derivar conclusiones sobre la culpabilidad. De hacerlo, llegaríase fácilmente a la situación admitida en una conocida anécdota: ha habido un robo con fractura; se condena a un hombre por haber hallado en su poder una ganzúa. Leída la sentencia, se le pregunta si tiene algo que agregar, y sin vacilar exige ser condenado además por adulterio, pues también tendría en su poder la herramienta para el mismo.

En la grandiosa novela de Dostoievski Los hermanos Karamasov, la situación edípica ocupa el centro de la trama. El viejo Karamazov se ha hecho odiar por sus hijos a causa de la despiadada opresión que les impone; para uno de ellos es además, poderoso rival ante la mujer deseada. Este hijo, Dimitri, no oculta su propósito de vengarse violentamente en su padre, de modo que es natural que, habiendo sido el padre víctima de un asesinato y robo, sea acusado como su asesino y condenado, a pesar de todas sus protestas de inocencia. No obstante, Dimitri es inocente: otro de los hermanos ha cometido el hecho. En la escena del proceso pronúnciase el dicho que ha llegado a ser famoso: la psicología sería un arma de doble filo.

La peritación emitida por la Facultad de Medicina de Innsbruck parece inclinada a atribuir a Phillip Halmann un complejo de Edipo “activo”; pero renuncia a determinar el grado de esta actividad, porque bajo la presión de la acusación no estarían dadas en Phillip Halsmann las condiciones necesarias para “una franqueza integral”. Cuando a continuación rehúsa “buscar la raíz del hecho en un complejo de Edipo, aún cuando el rehusado fuese culpable”, es evidente que, sin necesidad alguna, los autores de la peritación se exceden en su formulación negativa.

En la misma peritación nos encontramos con una contradicción harto significativa. Se restringe al máximo la posible influencia de una conmoción emocional sobre la perturbación de la memoria para las impresiones recibidas antes del momento crítico y durante el mismo; a mi juicio, esta restricción no es justificada. Además, se rechaza decididamente la suposición de un estado excepcional o de una enfermedad mental, mientras que se acepta de buen grado la explicación por medio de una “represión” que habría afectado a Phillip Halmann después del hecho. Por mi parte, debo declarar que sería una rareza de primer orden encontrarse con semejante represión inesperada, producida sin anuncio previo en un adulto que no presenta signo alguno de una neurosis grave; represión que además afecta un hecho que es, por cierto, mucho más importante que todos los discutidos detalles de distancia, situación y sucesión cronológica; una represión que se habría producido en un estado normal o en uno modificado solamente por la fatiga corporal.”    

----------------------------------------------------

Es extraño que éste escrito haya recibido tan poca atención de parte de los psicoanalistas. ¿Lapsus del psicoanálisis? No lo sé, pero el caso Halsmann debería incluso ser enseñado en las escuelas de Derecho. Esto porque creo que ilustra de buen modo la influencia del racismo y las ideologías en un poder del Estado.   




No hay comentarios:

Publicar un comentario