sábado, 28 de julio de 2012

El proceso Halsmann


En un artículo titulado “Análisis silvestre” (1910), Freud advierte acerca del mal uso de los términos del psicoanálisis y de los riesgos que esto trae. En ese escrito, menciona el caso de una mujer que llegó a su consulta muy preocupada, ante las cosas que le había dicho otro médico. La señora se había separado de su marido y estaba aquejada de un cuadro angustioso. El médico, que había leído algo de Freud, le dijo que sus malestares se debían a una insatisfacción sexual y le sugirió volver con su marido, tener un amante o masturbarse.

En el artículo, Freud rebate esas indicaciones y enfatiza que el mal uso de los términos técnicos del psicoanálisis, es siempre perjudicial y dañino para una persona.

Un error de similares características, cometió el tribunal de Innsbruck en Viena con un judío de 22 años, llamado Phillip Halsmann. Los hechos son los siguientes:

“El 10 de septiembre de 1928, el Dr. Morduch Halsmann y su hijo estaban haciendo una caminata en el Zillertal, en los Alpes tiroleses. El primero es un dentista judío de 48 años proveniente de la ciudad de Riga, capital de Letonia. Junto con su esposa Ita, su hija Liuba y su hijo Phillip de 22 años de edad, estudiante de electrotécnica de la Technische Hochschule de Dresden, Alemania, habían llegado a esa zona de Austria completando unas prolongadas vacaciones que comprendían también partes de Alemania, Suiza e Italia. Durante la caminata el hijo se adelanta un trecho y cuando se da vuelta y no ve a su padre, retrocede y lo encuentra a éste caído en un barranco junto a un riacho. Sale en dirección a una hostería cercana en busca de ayuda y cuando regresa lo encuentran muerto, con la cabeza ensangrentada. La causa del deceso fue un fuerte golpe con una piedra. Esta fue encontrada luego, manchada con sangre de la víctima. El asesino lo despojó de sus anteojos con armazón de oro y de su billetera, que luego fue encontrada vacía”.

Extraído de FREUD Y EL PROCESO HALSMANN de Moisés Kijak p. 57 (versión on-line)

Halsmann fue condenado en primera instancia a diez años de cárcel, pero luego, frente a la apelación del abogado defensor y a la falta de pruebas contundentes, la pena bajó. El caso marcó un hito en la historia del peritaje forense por dos razones: fue la primera vez que se utilizó la prueba del tipo sanguíneo para confirmar que la sangre encontrada era de la víctima. El otro hecho tiene “connotaciones siniestras” como dice Kijak en su artículo. Se expuso como evidencia durante el juicio, nada menos que la cabeza de la víctima. Esto luego de ser extirpada del cuerpo en una cirugía realizada en el Instituto de Medicina Forense de Innsbruck. Esto es un hecho sin precedentes en la historia del Derecho. Impresiona además, que fueron todas cosas en el marco de la legalidad y por las instituciones autorizadas. La pregunta es: si Halsmann no hubiera sido judío, ¿habrían pasado estas cosas? Creo que no.

El caso tuvo un fuerte impacto en la gente y recibió una amplia cobertura por parte de los medios de comunicación. La imagen de un judío rompiendo la cabeza de su padre, enfervorizó a una población antisemita por esencia.

Cuando se desmembró el Imperio Austrohúngaro, Austria quedó muy mal política y económicamente. El país estaba dividido entre la burguesía vienesa y el campesinado de provincias. En un país en crisis, emergen los odios y la discriminación recrudece. Los judíos lo pasaban muy mal en Viena, incluído Freud.

Volviendo al proceso judicial, la fiscalía argumentó que Halsmann era un claro ejemplo de “Complejo de Edipo Activo”, utilizando un concepto psicoanalítico sacado de contexto y de forma antojadiza. El mito griego de Edipo Rey, como aquel muchacho que matara a su padre, se habría hecho realidad a propósito de este caso. Frente a esto, el abogado defensor Hupka le pidió a Freud su opinión. El médico escribió como respuesta un pequeño escrito que llevaba por título: “La peritación forense en el caso Halsmann” y que apareció publicado en el diario vienés Neue Freie Presse el 14 de diciembre de 1930. La opinión de Freud es que, si bien el complejo de Edipo es un fenómeno universal, ello no autoriza a afirmar que el mismo es el que originó el supuesto crimen y mucho menos de que se haya cometido tal parricidio. Yo agregaría a esto, que los conceptos del psicoanálisis, poseen un carácter simbólico que no puede ser utilizado de forma lineal en un argumento. Las “verdades” del análisis son construcciones que no necesariamente ocurrieron. El Edipo es una verdad universal que permite explicar los orígenes del psiquismo. El valor de verdad que posee, tiene validez sólo en la terapia y no en otros escenarios. Esto también es aplicable a los conceptos de inconsciente, represión y escena primordial.

No sólo Freud se involucró en la causa, también lo hicieron personalidades como Albert Einstein y Thomas Mann. Todos expiando de culpa a Halsmann. De todas formas, Phillip tuvo que cumplir la pena y luego emigrar a Francia. En ese país, cambió su nombre de Phillip, al de “Phillipe” y se dedicó a la fotografía. En 1937 se casó con su asistente Yvonne Mosser y se transformó en uno de los mejores fotógrafos del mundo. Como dice Kijak en su artículo, a él se le debe la creación del “retrato psicológico”, cuyo objetivo era mostrar aquello que es propio y que mejor refleja a la persona fotografiada. Además, Halsmann es conocido por su Jump Book (libro de los saltos), en donde aparecen retratadas personalidades del cine, el teatro y las artes saltando o suspendidas en el aire.

Pienso que Halsmann encarna a la historia del pueblo judío. Vilipendiado y juzgado sólo por el hecho de ser judío, conoce el sufrimiento y la segregación. Posteriormente, se rehace de las cenizas y marca un hito en la fotografía. La adversidad modeló su carácter y le dio sabiduría. Aquí van unas fotos del lente de Halsmann:             

 




 



No hay comentarios:

Publicar un comentario