miércoles, 25 de abril de 2012

Un método peligroso (Sabina al cine)





Con sorpresa me entero de esta producción cinematográfica acerca de Freud, Jung y adivinen: Sabina Spielrein. Aquella teatral paciente a la cual dedicamos la entrada titulada Jung sueña a Sabina (1904). La hermosa Keira Knightley encarna a una Sabina que se interna en el sanatorio y que es atendida por Carl Jung. No se profundiza en las vicisitudes de aquel tratamiento y en una escena posterior aparece Sabina como dada de alta. La película deja entrever la afición del director por la personalidad y la obra de Jung. Se muestra a Sabina como ayudante del psiquiatra en la administración del test de asociación de palabras (prueba que se utiliza hasta hoy en neuropsicología).


Viggo Mortensen en el papel de Freud ocupa un rol secundario en la historia. Jung le solicita su consejo acerca de Sabina y a la vez, se prepara para emprender su propio rumbo como terapeuta. Dentro de la historia todavía tenemos a un Jung joven y al alero de Freud. Impresiona la alta calidad de vida de ambos analistas: vida al aire libre, paseos en yate y oficina lujosa. A esas alturas, ya estaban lucrando bastante con su nuevo juguete. La teoría psicoanalítica había alcanzado sus más altas cumbres; Estudios sobre la histeria y La interpretación de los sueños ya habían sido publicados. Es una época en que el psicoanálisis estaba en pleno desarrollo. El último gran envión estaba por venir durante los próximos años, me refiero a la segunda y definitiva tópica del aparato psíquico: Ello, yo y superyó.


La película pasa por todos los íconos que hemos venido comentando en este blog:


1) La internación de Sabina.
2) La relación amorosa entre Jung y Sabina.
3) El singular papel de Emma Jung en la vida de su esposo.
4) El viaje con Freud a los Estados Unidos.
5) El desmayo de Freud en presencia de Jung y de Abraham.
6) Las dudas de Jung en relación a la teoría de la líbido de Freud.


Es interesante ver al Jung cinematográfico, cómo vivía, cómo se enamoraba y cómo trabajaba. David Cronenberg atrapa al espectador con una historia rápida y no sólo para entendidos en el psicoanálisis.




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