Para Freud fue un honor cuando la famosa ENCYCLOPAEDIA BRITANNICA en uno de los tres volúmenes suplementarios a la Décimo Primera Edición (1924), incluyó por primera vez una referencia al Psicoanálisis. Para esto se solicitó al propio Freud que colaborara con un escrito, frente a lo cual estaba orgulloso.
Sabemos por el libro Estimado Doctor Freud de Plotkin & Ruperthuz, que el creador del psicoanálisis consideraba como conquistas o trofeos de su teoría a este tipo de cosas. En una carta dirigida a Jones le dice: "Ahora hasta estoy en posesión de la Encyclopedia Britannica, 11° Ed. (1911)."
El escrito original de Freud llevaba por título simplemente PSICOANÁLISIS, sin embargo, la Décimo Cuarta Edición de la Enciclopedia introdujo algunos cambios como por ejemplo con el título: PSICOANALISIS: ESCUELA FREUDIANA.
Las Obras Completas en la traducción de José L. Etcheverry (tomo 20) incluye el escrito original de Freud que empieza así:
"Prehistoria:
Entre 1880 y 1882, el médico de Viena doctor Josef Breuer (1842-1925) ideó un nuevo procedimiento para liberar de sus variados síntomas a una muchacha enferma de histeria grave. Vislumbró que podían tener algún nexo con las impresiones recibidas en una época plena de emotividad a causa del cuidado de su padre enfermo. Breuer siguió, pues, esa vislumbre, y movió a la paciente, en estado de sonambulismo hipnótico, a buscar en su recuerdo aquellos nexos y a revivir las escenas «patógenas» en medio de un desinhibido desarrollo de afectos. Toda vez que ella lo hacía, el síntoma desaparecía de manera permanente. Por ese tiempo no se habían publicado aún los trabajos de Charcot y de Pierre Janet acerca de la génesis de los síntomas histéricos. Los hallazgos de Breuer fueron por entero independientes de esas incitaciones. Pero no siguió adelante con su descubrimiento; sólo un decenio después lo retomó con la colaboración de Sigmund Freud.
En 1895, ambos autores publicaron un libro, Estudios sobre la histeria, que exponía los hallazgos de Breuer y procuraba explicarlos mediante la teoría de la catarsis. Adoptaba la hipótesis de que el síntoma histérico nacía porque la energía de un proceso anímico era apartada de su procesamiento conciente y guiada a la inervación corporal (conversión). El síntoma histérico sería entonces un sustituto de un acto anímico interceptado y una reminiscencia de su ocasionamiento. La curación —sostenían— se producía mediante la liberación del afecto mal guiado y su descarga por vías normales (abreacción). El tratamiento catártico proporcionaba notables resultados terapéuticos, pero no eran duraderos ni independientes del vínculo personal del enfermo con el médico.
Freud, quien más tarde prosiguió solo con estas indagaciones, modificó su técnica empleando el método de la asociación libre en lugar de la hipnosis. Creó el nombre de psicoanálisis, que en el curso del tiempo cobró dos significados. Hoy designa: 1) un método particular para el tratamiento de las neurosis, y 2) la ciencia de los procesos anímicos inconscientes, que con todo acierto es denominada también «psicología de lo profundo». (p.251-252)
Entre 1880 y 1882, el médico de Viena doctor Josef Breuer (1842-1925) ideó un nuevo procedimiento para liberar de sus variados síntomas a una muchacha enferma de histeria grave. Vislumbró que podían tener algún nexo con las impresiones recibidas en una época plena de emotividad a causa del cuidado de su padre enfermo. Breuer siguió, pues, esa vislumbre, y movió a la paciente, en estado de sonambulismo hipnótico, a buscar en su recuerdo aquellos nexos y a revivir las escenas «patógenas» en medio de un desinhibido desarrollo de afectos. Toda vez que ella lo hacía, el síntoma desaparecía de manera permanente. Por ese tiempo no se habían publicado aún los trabajos de Charcot y de Pierre Janet acerca de la génesis de los síntomas histéricos. Los hallazgos de Breuer fueron por entero independientes de esas incitaciones. Pero no siguió adelante con su descubrimiento; sólo un decenio después lo retomó con la colaboración de Sigmund Freud.
En 1895, ambos autores publicaron un libro, Estudios sobre la histeria, que exponía los hallazgos de Breuer y procuraba explicarlos mediante la teoría de la catarsis. Adoptaba la hipótesis de que el síntoma histérico nacía porque la energía de un proceso anímico era apartada de su procesamiento conciente y guiada a la inervación corporal (conversión). El síntoma histérico sería entonces un sustituto de un acto anímico interceptado y una reminiscencia de su ocasionamiento. La curación —sostenían— se producía mediante la liberación del afecto mal guiado y su descarga por vías normales (abreacción). El tratamiento catártico proporcionaba notables resultados terapéuticos, pero no eran duraderos ni independientes del vínculo personal del enfermo con el médico.
Freud, quien más tarde prosiguió solo con estas indagaciones, modificó su técnica empleando el método de la asociación libre en lugar de la hipnosis. Creó el nombre de psicoanálisis, que en el curso del tiempo cobró dos significados. Hoy designa: 1) un método particular para el tratamiento de las neurosis, y 2) la ciencia de los procesos anímicos inconscientes, que con todo acierto es denominada también «psicología de lo profundo». (p.251-252)
No hay comentarios:
Publicar un comentario