
Desde hace un tiempo y todos los miércoles sale a la venta en kioskos una colección de libros de filosofía. Cada número lleva por título el nombre de algún autor relevante para la historia del pensamiento occidental. Sin ser filósofos, tanto Darwin como Freud tienen su respectivo número. Esto porque sus obras -aunque provienen uno de las ciencias naturales y el otro de la medicina-, tienen repercusiones filosóficas y culturales.
La colección completa son unos cincuenta tomos, de los cuales el alusivo a Freud lleva por título Un viaje a las profundidades del yo, escrito por Marc Pepiol. Primero quiero llamar la atención sobre el detalle de "profundidades del yo". Cabría pensar en "profundidades del inconsciente", pero el autor de forma premeditada se refiere al YO. Esto tiene una explicación lógica y de la cual el libro se hace cargo. El tránsito desde la Primera Tópica o modelo de la psique definido por Freud hasta la Segunda Tópica y definitiva, ayuda a entender por qué hablamos de "profundidades del yo". Tanto el Yo como el Superyó, hunden sus raíces en el Ello (el inconsciente de la primera tópica). La conciencia sólo existe como una cualidad particular del Yo, el cual es predominantemente inconsciente. Es por esto que el viaje es a las profundidades del yo. Para entenderlo mejor, los invito a leer el libro de sólo ciento cuarenta y tres páginas.
Me llevé una grata sorpresa con la lectura. Es injusto decir que se trata de un resumen o síntesis del pensamiento de Freud. Es mucho más que eso porque enmarca la obra del creador del psicoanálisis en las lineas de pensamiento filosófico, en especial en contraposición al Racionalismo. El psicoanálisis se erige como una tercera afrenta a la creencia de que el Hombre es el centro del Universo. Primero Copérnico, luego Darwin y ahora Freud, se encargan de sepultar las aspiraciones por ser la especie privilegiada de la Creación. No somos el centro del universo, no somos superiores a las otras especies animales y no somos dueños de nuestra conciencia. Si me permiten una licencia, puedo agregar una cuarta herida narcisista al orgullo del Hombre como especie y que no se menciona en el libro porque es de mi invención. Esta proviene de la Astronomía y dice relación con la existencia de vida extraterrestre. El descubrimiento de que no somos los únicos en el universo también sería un golpe a la visión humanista.
El libro resalta los aspectos concretos para entender el pensamiento de Freud y su aporte a la cultura. Se explican los hitos como por ejemplo su paso por París, su afición por la hipnosis, el tránsito desde la teoría del trauma a la fantasía y las controversias con Carl Jung en relación al concepto de líbido. Se destaca el hecho de que el único y exclusivo creador del psicoanálisis es Sigmund Freud y no otro, al punto de que incluso acuñó el término de "psicoanálisis" en una carta dirigida a W. Fliess. Además me gustó el énfasis por las etimologías de conceptos claves para el psicoanálisis, como por ejemplo líbido, del latín deseo o ansia o psicoanálisis que significa análisis del alma.
Cumplo con recomendar la lectura de este libro que hace un tremendo aporte porque dice cosas que no he leído en otros lados. A estas alturas es difícil decir algo distinto de Freud y el psicoanálisis y éste libro lo hace.-
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