Pequeña
rosa,
rosa pequeña,
a veces,
diminuta y desnuda,
parece que en una mano mía
cabes, que así voy a cerrarte
y a llevarte a mi boca,
pero
de pronto
mis pies tocan tus pies y mi boca tus labios,
has crecido,
suben tus hombros como dos colinas,
tus pechos se pasean por mi pecho,
mi brazo alcanza apenas a rodear la delgada
línea de luna nueva que tiene tu cintura:
en el amor como agua de mar te has desatado:
mido apenas los ojos más extensos del cielo
y me inclino a tu boca para besar la tierra.
Los versos del capitán (1952)
Enrique Lafourcade no lo consigna en su excelente crónica titulada NERUDA EN EL PAIS DE LAS MARAVILLAS (1994). Hace poco circuló en redes sociales un texto breve en el cual se descarta invitar a Chile al creador del psicoanálisis. ¿Es real? Sí.
En 1938 los nazis invaden Austria y Freud debe emigrar, de lo contrario lo matarán. Conocemos cuál fue su destino: Londres. Sin embargo hubo varios países que se movilizaron para ayudarlo, entre ellos Chile. La Sociedad Médica de Valparaíso decidió invitar al Dr. Freud y con la colaboración de la Universidad de Chile, "se invite al fundador del psicoanálisis a residir en nuestro país por el resto de sus días". Quien revela hoy estos hechos es el psicoanalista Mariano Ruphertuz, que ha hecho un gran aporte con sus investigaciones acerca de la introducción del psicoanálisis en Chile y Sudamérica.
El Dr. Juan Marín -Presidente de la Sociedad Médica- buscó apoyo en varias instancias para traer a Freud, como la Sociedad de Escritores de Chile y la "Alianza de Intelectuales de Chile para la Defensa de la Cultura". Esta última institución fue creada por Pablo Neruda al regresar de España. Aquí el poeta asume un protagonismo en este intento por traer a Freud a Chile.
Neruda lo hace no sólo por Freud, sino por todos los intelectuales europeos. Posteriormente hizo intentos por traer a otros y tuvo mejor suerte. ¿Qué pasó con Freud? Claramente no viajó a Chile. Las razones estuvieron relacionadas con el aspecto económico, no se disponía de los recursos para mantener al Doctor y a su familia en nuestro país.
La gestión no fue un intento de Asilo Político, fue una invitación. De esta forma se evitaba que Chile rompiera con su posición neutral ante la Segunda Guerra Mundial en ese momento. Chile se mantuvo neutral hasta casi el final de ese conflicto.-
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