jueves, 3 de enero de 2019

Freud y el demonio


escribimos para lectores 
que creen en el psicoanálisis, 
pero no en el diablo...

Freud (1923, 64)


El único escrito en el cual Freud se refiere a posesiones satánicas y pactos con el diablo es UNA NEUROSIS DEMONIACA DEL SIGLO XVII (1923). Escrito en el momento más alto de su producción -según mi modo de ver- y a la par del famoso EL YO Y EL ELLO, en el cual se presenta la segunda tópica o modelo de la psique y que sería la definitiva. 

UNA NEUROSIS DEMONIACA... es un escrito breve, poco conocido de Freud y por lo mismo es objeto de interés para este blog. La esencia de este sitio es comentar escritos menos conocidos del creador del psicoanálisis. 

Me compré el escrito publicado por la editorial Argonauta y con la traducción de López Ballesteros (odiado por los analistas de formación profesional). Sin embargo, lo interesante de la edición es que incluye el texto original por el cual Freud se guió para escribir su artículo. Era común el hecho de que el creador del psicoanálisis escribiera motivado por algún escrito que había llegado a sus manos.  Tal como en La Gradiva de Jensen o en su estudio de Schreber, en UNA NEUROSIS DEMONIACA hay un antecedente o escrito que sirvió como razón para que Freud se diera a la tarea.

En este caso, el escrito fue encontrado en la Biblioteca Nacional de Viena bajo el nombre de TROFEO DE MARIAZELL. El director de la biblioteca Dr. Payer- Thur envió una copia del manuscrito a Freud para que lo analizara por los fenómenos psicopatológicos que describe y él mismo escribió un texto titulado: Fausto en Mariazell. Para que la edición hubiera sido completa, sería bueno que incorporara el escrito literario del Dr. Payer- Thur, pero no es el caso. Freud en su escrito explica estos antecedentes y de forma detallada. 

Para un lector corriente del psicoanálisis, el escrito de Freud puede no resultar tan novedoso, pero el TROFEO DE MARIAZELL sí lo es. El escrito es breve, de veinte hojas pero muy interesante. Fue compilado e incluye dos documentos de mayor importancia según dice Freud: la carta de presentación del caso con la cual Cristóbal Haitzmann se presentó por primera vez en Mariazell y el informe con el cual el abad de Mariazell describe la curación milagrosa de Haitzmann. Aquí tengo que discrepar porque en mí opinión lo más valioso del texto es el Diario escrito de puño y letra por el afectado y que relata sus encuentros con el demonio. Siempre tiene mayor valor un testimonio de primera mano en comparación al de terceras personas y por muy calificadas que estas sean.       

Para quienes no estén familiarizados con ninguno de los escritos, voy a hacer una breve descripción del caso. Cristóbal Haitzmann es un pintor de Babiera que vivió a fines del siglo XVII, de hecho fallece en 1700. Acerca de la edad del pintor no se tiene mayores antecedentes pero Freud supone que se trata de un hombre joven, menor de treinta años. Estando un día en la iglesia "se vio acometido de terribles convulsiones" y el párroco le consulta si es que hizo pacto con el diablo. Freud dice que esta pregunta es sugestiva y pudo gatillar la fantasía en Haitzmann de estar poseído. 

El pintor responde que hace nueve años hizo un pacto con el diablo y que este pacto fue escrito con su sangre. Además estaba convencido de que la gracia de la Virgen de Mariazell lo liberaría de tal pacto. Entonces el párroco escribe una nota dirigida al sacerdote del monasterio de Mariazell ubicado cerca. Haitzmann es trasladado a Mariazell y liberado de las fauces del demonio mediante un exorcismo. 

Después vuelve sano y se radica en Viena en casa de su hermana. Lamentablemente la curación no fue definitiva porque Haitzmann vuelve a ser tentado por el diablo y también por Dios. Haitzmann pinta sus encuentros con el diablo que fueron muchos y con distintas apariencias. Estos dibujos aparecen reproducidos en el Trofeo de Mariazell. Nuestro pintor describe en su diario cómo era importunado y amenazado por el diablo y a continuación por el mismo Dios. 

La hermana de Haitzmann decide llevarlo por segunda vez a Mariazell para su recuperación. En esa oportunidad plantea que con anterioridad había hecho otro pacto, esta vez escrito con tinta. Nuevamente es sometido a un exorcismo y liberado del pacto. Una vez liberado, los escritos de estos pactos eran devueltos al pintor por parte del Malo y gracias a la intercesión de la Virgen de Mariazell. Nuestro pintor era un fiel devoto de la Virgen. 

Nuevamente el pintor se recupera y decide seguir una vida de contemplación en la Orden de la Merced y bajo el nombre de Crisóstomo. Ahí termina sus días en calma y bajo la protección del Espíritu Santo. En una carta escrita catorce años después de su muerte, se afirma que el hermano Crisóstomo terminó sus días en paz y que sólo en algunas ocasiones manifestó las inquietudes de antaño, aunque estando bajo los efectos del alcohol.

La historia es cautivadora y movió a Freud a escribir su análisis al cual califica como "historial pato- demonológico".-


                           

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