domingo, 14 de mayo de 2017

El hombre de los lobos (1918)


Tal como las Memorias de un enfermo nervioso en lo referente al caso Schreber, las Memorias del ruso Sergei Pankefeff, son un complemento ineludible para el estudio del caso conocido como El hombre de los lobos. Freud publica este caso en 1918 y en 1924 agrega una larga nota al final. El estudio aparece bajo el título "De la historia de una neurosis infantil" y describe el análisis realizado a un hombre de 24 años, de nacionalidad rusa y de nombre Sergei Pankefeff. El tratamiento se extendió entre los años 1910 y 1914, luego de lo cual, Freud lo da de alta. James Strachey dice sobre el caso: "Es este el más elaborado y, sin duda, el más importante de todos los historiales clínicos de Freud."

Con posterioridad a la lectura del caso, podemos leer con fruición las Memorias de Sergei Pankefeff, que existen bajo el título: EL HOMBRE DE LOS LOBOS POR EL HOMBRE DE LOS LOBOS (1971). La edición original incluía junto a las memorias, el texto del análisis de Freud. El libro es una rareza y sólo pude adquirir una edición electrónica. Quiero dejar en claro que me refiero al Diario escrito por el hombre de los lobos y no al estudio de Freud, que es de fácil circulación. 

De los cinco estudios clínicos extensos publicados por Freud, sólo tres correspondieron a pacientes reales, en el sentido de personas que efectivamente fueron sus pacientes. Estos son: Dora, Hombre de las ratas y Hombre de los lobos. Sin embargo, éste último es el único reflejo de un análisis en todo el sentido de la palabra y que no fue interrumpido tempranamente. El creador del psicoanálisis toma el caso y lo trata con todos los elementos del psicoanálisis, hasta el momento del alta. Por estas razones, es probable que Sergei Pankefeff sea el paciente más afortunado de la historia. Todos querían analizarse con Freud y este ruso -hijo de un terrateniente-, lo hizo de principio a fin por espacio de cuatro años. 

En lo personal, creo que los casos clínicos de Freud son su principal aporte y la mejor parte de lo mucho que escribió. Leerlos es sencillamente apasionante. Cada caso puede ser leído como una novela romántica, más allá de las especificaciones técnicas propuestas. Sin embargo, es llamativo que los psicoanalistas posteriores no hayan seguido la senda dejada por Freud, en el sentido de retratar sus estudios de caso. Sólo vienen a mi memoria unos cuantos ejemplos, como el Psicoanálisis de un niño escrito por Melanie Klein. 

En el prólogo de las memorias, Anna Freud responde a esta interrogante diciendo que la empresa de redactar un caso clínico es de mucha dificultad por las habilidades literarias que implica. Resulta que el analista maneja MUCHA información del analizado, debido a lo complejo de un tratamiento que involucra lo inconsciente, la interpretación de sueños y el manejo de la transferencia, sólo por dar unos ejemplos. Es tanta y de tal complejidad la información sobre la historia vital del analizado que se desata durante el análisis, que la redacción de un caso clínico puede implicar mucha dificultad para el analista. A esto se suma el hecho de que la propia subjetividad del especialista se ve involucrada durante el tratamiento.-      

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