jueves, 5 de marzo de 2015

El Mago


 

El Mago junto al Loco representan distintos aspectos del arquetipo del Tramposo. Nos embauca con sus trucos y nos hace dudar de la realidad de las cosas. A diferencia del Loco, tiene un lugar establecido y necesita del público para hacer sus trucos. El Mago representa el aspecto profesional del tramposo. Es su trabajo, con eso se gana la vida y los aplausos del auditorio.

La imagen lo muestra frente a una mesa y con distintos elementos. Está en su taller tramando cómo sorprender de forma noble al espectador. Si el Loco era solitario y errante, el Mago necesita de la cooperación para que sus trucos resulten. El Loco es el número cero y el Mago el uno. Son dos números que representan aspectos totalmente distintos y he ahí sus exponentes: El Loco un amateur del engaño y el Mago un profesional del truco y la entretención.

El Mago tiene en su mano una varita y en la otra una moneda de oro. La varita mágica es el instrumento con el cual somete a la naturaleza y engaña a los sentidos. La moneda de oro por su parte, se esfumará de la mano y aparecerá tras la oreja de un curioso. La habilidad con las manos es el arte del Mago, más rápido que nuestros sentidos nos sorprende una y otra vez.

El Mago además es el articulador de lo que se conoce como “sincronicidad”. Jung crea este concepto para explicar la coincidencia entre un fenómeno psicológico y un hecho físico. Existe un paralelismo entre lo físico y lo mental que en situaciones específicas nos desconcierta. Es un tipo de conexión que se da entre fenómenos que no tienen ninguna relación de tiempo y espacio. Soñamos algo y al día siguiente se cumple o pensamos en algo y abrimos el libro justo en la página donde aparece lo que habíamos pensado. Son irrupciones del Arquetipo en la realidad cotidiana de las personas. Detrás de estos fenómenos está el Mago y este es su espectáculo.-   
 
 
 
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