viernes, 10 de octubre de 2014

Sigmund y Anna Freud. Correspondencia (1904-1938)


Portada del libro Sigmund y Anna Freud. Correspondencia (1904-1938)

Prof. Dr. Freud
04. 07. 04
[Viena] IX Berggasse 19
Mi querida Anna

Fue muy lindo que me escribieras tú esta vez, por eso te respondo a consciencia. Seguramente te equivocaste y quisiste decir que aumentaste un kilo; si es correcto que rebajaste un kilo, la tía tendrá que alimentarte con salvelinos (pescado de agua dulce) hasta que lo recuperes. A tu edad se puede aumentar de peso sin temor a engordar demasiado. Mamá ya tiene su boleto nocturno para el jueves a la noche, entonces ya estarán todos allí excepto el último, que espera con alegría el momento de reunirse con ustedes, tu viejo.
Papá    
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Un viaje hacia los orígenes del psicoanálisis, hacia un intercambio epistolar entre analista y analista. El padre y la hija se encuentran en la escritura y dan espacio a una intersubjetividad que trasciende lo personal de cada uno. Freud analizó a su hija y estas cartas son un testimonio de aquello. También son un testimonio de la vida familiar, las vacaciones, los trámites y los momentos de una familia vienesa de inicios del siglo XX. 
Freud se dio en la tarea de analizar a su hija Anna y el libro incluye las cartas de ese periodo. Hoy en día una práctica de ese tipo es tildada de poco ética. ¿Qué tiene de malo analizar a una hija, a un padre o a una madre? Y aunque fuera poco ético ¿qué importa? No creo que Freud haya estado preocupado por la ética al analizar a su hija.
Son más de trescientas cartas inéditas que salen a la luz en este libro esperado por muchos. La primera carta data de 1904 (transcrita mas arriba) y es escrita por Freud en respuesta a una carta anterior de Anna que no se conserva. Son temas sólo circunstanciales donde Freud manifiesta su deseo de estar con su familia en vísperas de viajar junto a su hermano Alexander a Grecia. 
 
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