Prof. Dr. Freud
04. 07. 04
[Viena] IX Berggasse 19
Mi querida Anna
Fue muy lindo que me escribieras tú esta vez, por eso te respondo a consciencia. Seguramente te equivocaste y quisiste decir que aumentaste un kilo; si es correcto que rebajaste un kilo, la tía tendrá que alimentarte con salvelinos (pescado de agua dulce) hasta que lo recuperes. A tu edad se puede aumentar de peso sin temor a engordar demasiado. Mamá ya tiene su boleto nocturno para el jueves a la noche, entonces ya estarán todos allí excepto el último, que espera con alegría el momento de reunirse con ustedes, tu viejo.
Papá
Un viaje hacia los orígenes del
psicoanálisis, hacia un intercambio epistolar entre analista y analista. El
padre y la hija se encuentran en la escritura y dan espacio a una
intersubjetividad que trasciende lo personal de cada uno. Freud analizó a su
hija y estas cartas son un testimonio de aquello. También son un testimonio de la vida familiar, las vacaciones, los trámites y los momentos de una familia vienesa de inicios del siglo XX.
Freud se dio en la tarea de analizar a su hija Anna y el libro incluye las cartas de ese periodo. Hoy en día una práctica de
ese tipo es tildada de poco ética. ¿Qué tiene de malo analizar a una hija, a un
padre o a una madre? Y aunque fuera poco ético ¿qué importa? No creo que Freud
haya estado preocupado por la ética al analizar a su hija.
Son más de
trescientas cartas inéditas que salen a la luz en este libro esperado por muchos.
La primera carta data de 1904 (transcrita mas arriba) y es escrita por Freud en respuesta a una carta
anterior de Anna que no se conserva. Son temas sólo circunstanciales donde
Freud manifiesta su deseo de estar con su familia en vísperas de viajar junto a su
hermano Alexander a Grecia.
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