sábado, 25 de octubre de 2014

Bistrai, 13 de julio de 1910


Gracias a la correspondencia publicada recientemente, tenemos acceso a la primera carta de Anna a su padre. Antes algunas notas aclaratorias:

1.      Anna contaba con catorce años cuando la escribe.

2.     La región de Bistrai corresponde a lo que hoy día es Polonia.

3.      El doctor Jekels era un amigo de Freud y entusiasta del psicoanálisis.

4.     Aunque parezca extraño, en esa época se acostumbraba ir de vacaciones a los sanatorios mentales de los médicos amigos de la familia.

5.      La Gradiva es una pequeña novela de W. Jensen publicada en 1903. Por petición de Jung, Freud accede a leerla y a escribir un pequeño ensayo que llevó por título: El delirio y los sueños en La Gradiva de Jensen (1907). Anna demuestra su temprana inquietud intelectual cuando manifiesta su deseo de leer la novela.

6.      La familia estaba repartida por aquel entonces; Freud viajando a La Haya, Martha en Viena con problemas de salud y los hermanos en distintos lugares.

7.      Anna estaba con su hermana Sophie en Bistrai.   
 
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"¡Querido papá!

Ante el triste hecho ya confirmado de que no nos veremos hasta el 1° de agosto, al menos mantengamos contacto por carta. Yo estoy bien aquí, y lo aprecio mucho al Dr. Jekels. Me esfuerzo por recuperarme tanto como sea posible en este breve periodo hasta la llegada del otoño. De hecho, estoy subiendo de peso, ya estoy gordita y redondita, pero no me pagan por eso. El doctor Jekels es muy amable con nosotras y habla mucho de ti. Pero igual n me quiere prestar la Gradiva, si no cuenta con tu aprobación expresa. ¿El doctor Zweig ya te ha dado de alta en su tratamiento? ¿Y no te volverás a estropear el estómago en La Haya? Que los muchachos te cuiden mucho. Yo también quiero viajar sola contigo alguna vez, como lo hacen ahora Ernst y Oli. Aquí sólo hacemos paseos en coche con el doctor Jekels, yo siempre sentada en el pescante (asiento delantero en el exterior de un carruaje en el que va el cochero y desde donde gobierna las mulas o los caballos.), pero sin caña de pescar y con los zapatos puestos. Seguro que estás muy contento de cerrar mañana por completo. El doctor Jekels siempre nos cuenta el horror que les tiene a sus pacientes; me imagino cuánto más desagradable te debe resultar a ti, que tienes muchos más. La mayoría de la gente en este sanatorio es muy desagradable y se la pasa mirándonos porque no se hace idea de qué estamos haciendo aquí; además, son pocos los que hablan alemán. – La tía está contenta de que no estemos en la Selva Negra porque allí está nevando. A mí no me parece nada bien que mamá se quede en el departamento, es probable que no coma como corresponde y termine muy desmejorada. Me encantaría ir a Hamburgo a ver a la abuela; ¿te parece que lo podremos hacer? Espero con gran alegría el viaje a Holanda y todo lo que nos aguarda allí. Entonces, finalmente, todos nos volveremos a encontrar.

Te deseo un feliz viaje y que La Haya te guste mucho.

Un beso de tu Anna." (p. 58-59) 

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