Gracias a la correspondencia publicada recientemente, tenemos
acceso a la primera carta de Anna a su padre. Antes algunas notas aclaratorias:
1.
Anna
contaba con catorce años cuando la escribe.
2. La región de Bistrai
corresponde a lo que hoy día es Polonia.
3.
El
doctor Jekels era un amigo de Freud y entusiasta del psicoanálisis.
4. Aunque
parezca extraño, en esa época se acostumbraba ir de vacaciones a los sanatorios
mentales de los médicos amigos de la familia.
5.
La
Gradiva es una pequeña novela de W. Jensen publicada en 1903. Por petición de
Jung, Freud accede a leerla y a escribir un pequeño ensayo que llevó por título:
El delirio y los sueños en La Gradiva de Jensen (1907). Anna demuestra su temprana
inquietud intelectual cuando manifiesta su deseo de leer la novela.
6.
La
familia estaba repartida por aquel entonces; Freud viajando a La Haya, Martha
en Viena con problemas de salud y los hermanos en distintos lugares.
7.
Anna
estaba con su hermana Sophie en Bistrai.
**
Ante el triste hecho ya confirmado de que no nos veremos
hasta el 1° de agosto, al menos mantengamos contacto por carta. Yo estoy bien
aquí, y lo aprecio mucho al Dr. Jekels. Me esfuerzo por recuperarme tanto como
sea posible en este breve periodo hasta la llegada del otoño. De hecho, estoy
subiendo de peso, ya estoy gordita y redondita, pero no me pagan por eso. El doctor
Jekels es muy amable con nosotras y habla mucho de ti. Pero igual n me quiere
prestar la Gradiva, si no cuenta con tu aprobación expresa. ¿El doctor Zweig ya
te ha dado de alta en su tratamiento? ¿Y no te volverás a estropear el estómago
en La Haya? Que los muchachos te cuiden mucho. Yo también quiero viajar sola
contigo alguna vez, como lo hacen ahora Ernst y Oli. Aquí sólo hacemos paseos
en coche con el doctor Jekels, yo siempre sentada en el pescante (asiento
delantero en el exterior de un carruaje en el que va el cochero y desde donde
gobierna las mulas o los caballos.), pero sin caña de pescar y con los zapatos
puestos. Seguro que estás muy contento de cerrar mañana por completo. El doctor
Jekels siempre nos cuenta el horror que les tiene a sus pacientes; me imagino
cuánto más desagradable te debe resultar a ti, que tienes muchos más. La mayoría
de la gente en este sanatorio es muy desagradable y se la pasa mirándonos porque
no se hace idea de qué estamos haciendo aquí; además, son pocos los que hablan
alemán. – La tía está contenta de que no estemos en la Selva Negra porque allí
está nevando. A mí no me parece nada bien que mamá se quede en el departamento,
es probable que no coma como corresponde y termine muy desmejorada. Me encantaría
ir a Hamburgo a ver a la abuela; ¿te parece que lo podremos hacer? Espero con
gran alegría el viaje a Holanda y todo lo que nos aguarda allí. Entonces, finalmente,
todos nos volveremos a encontrar.
Te deseo un feliz viaje y que La Haya te guste mucho.
Un beso de tu Anna." (p. 58-59)
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