Reproduzco
el último párrafo de la carta escrita por Carl Jung a su amigo J.B. Rhine y que
presenté en la entrada anterior:
“Algunas
semanas después me enteré que ciertos parientes se entretenían desde hacía
tiempo con mesas giratorias y tenían una “médium”, una muchacha joven de poco
más de quince años. Desde hacía algún tiempo pensaba ponerme en contacto con
esta médium que caía en estado de sonambulismo y producía fenómenos
inexplicables. Comencé a asistir a sesiones con ella y otros interesados
regularmente los domingos. Los resultados fueron las transmisiones de
pensamiento y los golpes en la pared y la mesa. Los movimientos de la mesa eran
dudosos, se producían independientemente de la médium. Comprendí pronto que las
condiciones limitadas eran, en general, inconvenientes. Me conformé con la
evidente independencia de los golpes en la pared y presté mi atención al
contenido de las transmisiones de pensamiento. Los resultados de estas
observaciones los he expuesto en mi tesis doctoral. Después de realizar
experimentos durante dos años, se manifestó una cierta languidez y sorprendí a
la médium intentando provocar los fenómenos mediante trampas. Esto me determinó
a interrumpir las sesiones –muy a pesar mío, pues con ella había aprendido cómo
se forma una personalidad número dos, cómo se asume una conciencia infantil y
se integra finalmente a ella. La muchacha era una “malograda”. A los 26 años
murió de tuberculosis. La vi todavía una vez cuando tenía 24 años y quedé
impresionado de la independencia y madurez de su personalidad. Después de su
muerte supe por parientes, que en los últimos meses de su vida fue perdiendo
poco a poco su personalidad y regresó finalmente al estado de un niño de dos
años en cuya fase cayó en el último sueño.”
Jung le
dedica bastante de su tiempo a esta niña de apenas quince años de edad. Más
allá de la simulación y el fraude que había en este caso, resalta la capacidad
de desdoblamiento de esta chica. En su tesis doctoral que lleva por título
PSICOLOGÍA Y PATOLOGÍA DE LOS LLAMADOS FENÓMENOS OCULTOS (1902) Jung presenta
este caso de manera detallada y se da el trabajo de sistematizar el complejo delirio
de esta joven. Así empieza la presentación del caso:
“El caso
siguiente he estado observándolo durante los años 1899 y 1900. Dado que yo no
mantenía ninguna relación como médico con la señorita S.W., no me fue posible
efectuar en ella, por desgracia, una exploración corporal para detectar
estigmas histéricos. Llevé un diario detallado de las sesiones a que asistí y
después de cada una de ellas lo completaba. El informe que presento a
continuación es una exposición condensada basada en mis anotaciones. Por
consideración a la familia de la señorita S.W. y a su propia persona ha sido
necesario modificar algunos datos no esenciales y omitir diversos detalles en
la exposición de sus historias novelescas, que en gran parte se componen de
asuntos muy íntimos.” (1999, 16)
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