sábado, 29 de marzo de 2014

Premio Goethe (1930)


En 1930 Freud recibe el famoso Premio Goethe en vista de su aporte a la ciencia y al conocimiento del Hombre. Este premio que se sigue otorgando hasta el día de hoy, ha sido entregado a personajes de la talla de Herman Hesse y de Thomas Mann, por dar sólo un par de ejemplos. La siguiente es la carta que recibe Freud de parte del Dr. Alfons Paquet (secretario general del fondo que otorga tal premio):  

«El Consejo de Administración del Fondo, al discernirle a usted el premio, estimado profesor, desea expresar la alta estima que le merecen las revolucionarias consecuencias de las nuevas formas de investigación creadas por usted sobre las fuerzas plasmadoras de nuestro tiempo. Con el método estricto de la ciencia natural, y al mismo tiempo en una osada interpretación de los símiles acuñados por los poetas, su labor investigadora se ha abierto una vía de acceso hacia las fuerzas pulsionales del alma, creando así la posibilidad de comprender en su raíz la génesis y arquitectura de muchas formas culturales y de curar enfermedades para las que el arte médico no poseía hasta entonces las claves. Pero su psicología no sólo ha estimulado y enriquecido a la ciencia médica, sino también a las representaciones de artistas y pastores de almas, historiadores y educadores».

Freud responde muy contento con la siguiente misiva:
Estimado Dr. Paquet:

No he sido halagado por los honores públicos y por eso me habitué a prescindir de ellos. Pero no negaré que la adjudicación del Premio Goethe de la ciudad de Fráncfort me alegró mucho. Hay algo en él que enciende la fantasía, y una de sus cláusulas disipa la humillación que suele condicionar tales distinciones.
Debo agradecerle en particular su carta, que me ha conmovido y asombrado. Aparte de su  amable profundización en el carácter de mí obra, nunca había visto discernidos antes con tanta claridad los secretos propósitos personales de ella, y de buena gana le preguntaría cómo llegó usted a conocerlos.

Por desdicha, no puedo asistir a la celebración en Fráncfort; mi salud es demasiado frágil para esa empresa. La sociedad no perderá nada con ello, pues sin duda será más agradable ver y escuchar a mi hija Anna que a mí. Leerá algunas palabras que versan sobre las relaciones de Goethe con el psicoanálisis y defienden a los analistas del reproche de faltarle el debido respeto al grande hombre con sus intentos de hacerlo objeto del análisis. Espero se aceptará el giro que he impreso al tema propuesto -mis «íntimos vínculos como hombre e investigador con Goethe»-, y en caso contrario tenga usted la amabilidad de hacérmelo saber.
Sinceramente suyo,
Sigmund Freud
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2 comentarios:

  1. Excelente aporte. Pensar que se difundió la erronea idea de que el premoo fué de literatura.

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