En la entrada titulada "Jung y el nazismo" habíamos
dicho que Carl Jung llegó a ser presidente de la Sociedad Médica de
Psicoterapia que agrupaba a diversos países y que tenía varias sedes. Este
organismo fue creado bajo el régimen de Hitler en reemplazo de la Asociación
Alemana de Psicoterapia de la cual Jung era presidente honorario. Tiempo después Jung aceptó dirigir la Zentralblatt fur Psychotherapie (revista de psicoterapia), una
publicación marcadamente Nazi y en la cual formaba parte del comité editorial
nada menos que el Dr. M. H. Goering, primo del ministro de Aviación
Hermann Goering, el segundo hombre después de Hitler. Estos dos eventos implicaron
derechamente trabajar con los nazis y adherir al régimen de Hitler.
Transcurrió mucho tiempo hasta que Jung, en una
entrevista con la analista Carol Baumann, explicara lo sucedido de esta manera:
“Yo, como suizo, acepté
esta posición (presidente de la Sociedad Médica de Psicoterapia) con el fin de
preservar un espíritu de cooperación científica entre todos los doctores
europeos ante el antisemitismo nazi que entonces empezaba a alzar cabeza. Era
imposible luchar abiertamente contra la intolerancia nazi sin que peligrara la
posición de todos los doctores alemanes, y de los judíos alemanes en particular
... La tarea que yo había aceptado, la preservación de una sociedad
internacional no política, finalmente se volvió una carga muy pesada, y en
realidad una empresa imposible. En tanto, traté de cumplir con mi deber en este
respecto como cualquier otro hombre decente habría hecho en mi lugar. Varias
veces me quise retirar, pero los representantes inglés y holandés me hicieron
una petición urgente, suplicándome "que me quedara en beneficio de toda la
organización", y me quedé. No se debe abandonar a quien se encuentra en un
agujero. Fue muy útil para mucha gente que yo permaneciera en ese puesto. Se
podría decir que un tonto idealismo hizo que yo aguantara, pero me parecía injusto
dejar en las astas del toro a toda la gente que se adhería a mí. Mi posición
era: no soy la rata que abandona el barco, así que no renuncié hasta fines de
1939, cuando empezó la guerra y yo ya no era de utilidad. Entonces todas las
comunicaciones internacionales se interrumpieron”
En relación a la proximidad del primo de Herman
Goering, Jung aclara en la misma entrevista:
“A los nazis les agradaba
mucho publicar mi nombre como una de sus conquistas suizas cuando trataban de
levantar su menguante reputación ante los ojos del mundo…El hecho de que mi
nombre se asociara con el de Goering en el consejo editorial de la Zentralblatt
por supuesto me colocó en una posición cada vez más falsa, especialmente cuando
él publicó su famoso pronunciamiento sobre el libro Mi lucha.”
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