lunes, 6 de marzo de 2023

Carta al Colegio de Psicólogos

Estimados, me comunico con ustedes principalmente para expresar mi malestar con el colegio. Soy miembro de la orden con el número 3167 y tengo mis cuotas sociales al día. Participo en lo que puedo en las actividades del colegio pero no puedo dejar pasar el grado de inactividad del gremio en todos los sentidos. Ya no se utilizan las redes sociales para comunicarse con los socios y un colegiado normal no tiene idea qué se está haciendo. Probablemente no se está haciendo nada, por lo mismo la falta de comunicados. Me apena el oscurantismo bajo el cual cayó el colegio con este directorio. La página está desactualizada y el colegio no tiene una intervención activa en la contingencia nacional, por ejemplo en el caso de los incendios forestales. ¿Dónde están las comisiones y especialidades del colegio? El año pasado envié una carta de motivación para integrar la comisión de educación y salud mental, sin respuesta hasta ahora. A esto me refiero con la falta de gestión que afecta al colegio y que lo aleja de los problemas e inquietudes de la gente. 

El colegio no tiene revista, no hacen sesión ordinaria y extraordinaria de socios, no hacen congresos, no tienen bolsa de trabajo, no hacen actividades académicas. Bajo el directorio anterior se creó un órgano de capacitación para psicólogos y con el objetivo de que el colegio se financie. Hasta no se tiene mayor conocimiento del funcionamiento de este centro. Lamento que la buena gestión llevada a cabo por los dos anteriores directorios liderados por Alejandra Melús y Jorge Acuña se haya echado por tierra. 

El directorio actual fue elegido en medio de la polémica porque la lista opositora no reconoció la derrota e inició acciones legales de las cuales no se tiene noticia. Hace poco la filial del Copiapó del colegio brindaba su apoyo al directorio por la difícil situación legal por la que atraviesa. Todo piezas sueltas de un puzle que nadie conoce. El periodo de elecciones fue patético, lleno de polémicas por el sistema de votación y con descalificaciones de todo tipo. Finalmente el directorio fue elegido principalmente con el apoyo de la comisión de Derechos Humanos. Antes del estallido social esta comisión estaba formada por apenas tres personas y no tenía ningún peso en el colegio. Posterior al estallido y con el contexto político asociado, esta comisión se masificó y empezó a manejar el colegio a su entera voluntad. Esto trajo una politización de nuestro gremio que no perdió oportunidad de asistir a  toda manifestación o marcha que se hacía por aquel tiempo. Los que pensábamos distinto quedábamos fuera del ámbito de intereses del colegio. 

Personalmente tuve la intención de postular a un cargo dentro del directorio durante la elección pasada pero me sorprendí al conocer las bases del proceso. Se establece que uno de los requisitos para ser candidato es tener el patrocinio de diez psicólogos colegiados y con sus cuotas sociales al día. Para un colegiado como yo, este requisito es muy difícil de sortear porque no conozco a los psicólogos colegiados y no formo parte del día a día de la institución. Los colegas que conozco no están colegiados y no estuvieron dispuestos a ser miembros de la orden para patrocinar una candidatura. Más allá de mi pretensión personal, pienso que este requisito actúa como cerrojo para la inyección de nuevas ideas y la participación de profesionales que tienen ganas de hacer cosas por el gremio. Así no hay renovación.- 

              

No hay comentarios:

Publicar un comentario