jueves, 3 de febrero de 2022

10 años de lecturas

El 18 de enero pasado este blog cumplió diez años de existencia. Diez años de furias y virtudes, de idas y vueltas. Quiero agradecer a los seguidores por su fidelidad en el tiempo y a todos quienes se han dado el trabajo de comentar mis posteos. 

Puedo resaltar dos hitos en mi blog FREUD Y EL PSICOANALISIS; se trata de dos entradas que en su momento aparecieron en las dos principales publicaciones de psicoanálisis en Chile. Mi Carta Abierta al Dr. Freud (descarga aquí) se publicó en la Revista Chilena de Psicoanálisis y mi comentario al libro Marie de la Trinité. De la angustia a la paz. Testimonio de una religiosa paciente de Jacques Lacan (descarga aquí) se publicó en la Revista Gradiva. 

Como tercer hito del blog puedo mencionar un comentario hecho por una niña de el país de El Salvador en Centroamérica y con quien me comuniqué por correo. Lamentablemente aun no he podido enviarle el libro de su interés.      

Reproduzco la primera entrada del blog fechada el 18 de enero de 2012: 


FREUD EN NORTEAMÉRICA (1909) 1910

En una época en que el Psicoanálisis ya era conocido y había adquirido cierta notoriedad, Freud en compañía de sus principales colaboradores, efectuó un largo viaje a los Estados Unidos de América. El maestro dictó cinco conferencias en la Clark University para dar a conocer su controvertido modelo de la psique. A esas alturas, Freud ya había publicado sus principales obras: Estudios sobre la Histeria y la Interpretación de los sueños, entre otras. Frente a un auditorio repleto, explicó de esta manera su concepto de "represión":

Quizá pueda presentaros más vivamente el proceso de la represión y su necesaria relación con la resistencia por medio de un sencillo símil, que tomaré de las circunstancias en las que en este mismo momento nos hallamos. Suponed que en esta sala y entre el público que me escucha, cuyo ejemplar silencio y atención nunca elogiaré bastante, se encontrara un individuo que se condujese perturbadoramente y que con sus risas, exclamaciones y movimientos distrajese mi atención del desempeño de mi cometido hasta el punto de verme obligado a manifestar que me era imposible continuar así mi conferencia. A1 oírme, pónense en pie varios espectadores, y después de una breve lucha arrojan del salón al perturbador, el cual queda, de este modo, expulsado o «reprimido», pudiendo yo reanudar mi discurso. Mas para que la perturbación no se repita en caso de que el expulsado intente volver a penetrar aquí, varios de los señores que han ejecutado mis deseos quedan montando una guardia junto a la puerta y se constituyen así en una «resistencia» subsiguiente a la represión llevada a cabo. Si denomináis lo «consciente» a esta sala y lo «inconsciente» a lo que tras de sus puertas queda, tendréis una imagen bastante precisa del proceso de la represión.

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