En el libro Estimado Doctor Freud de Mariano Ruperthuz, se entregaban antecedentes sobre la temprana relación del continente americano con las ideas del psicoanálisis y de los lazos de amistad que unían a Freud con algunos médicos de la región, en especial con el Dr. Honorio Delgado de nacionalidad peruana. Pues bien, ¿y qué hay con Jung? ¿Estamos en condiciones de realizar una investigación de similares características con el creador de la psicología analítica? Sospecho que sí y se trata de un trabajo sobre el cual no tengo noticia de que exista.
Para una investigación de este tipo se necesita mucha dedicación y lo principal: pasión por la figura de Carl Gustav Jung. Si Freud mantuvo relaciones de amistad y respeto hacia médicos sudamericanos y lucía en su biblioteca libros y escritos de analistas brasileños, argentinos y peruanos, es factible que su principal discípulo también. No olvidemos que Jung viajó a lugares recónditos del mundo y mantuvo relaciones con culturas de diverso tipo, como nos lo indica en sus memorias.
En esta entrada no me quedaré en el terreno de la especulación porque dispongo de un antecedente concreto sobre la existencia de relaciones del psiquiatra suizo con nuestro continente y no sólo eso, con Chile. Estamos hablando del escritor y diplomático Miguel Serrano quien fuera amigo personal de Carl Jung. Poco conocido hoy, falleció el 2009 y sus libros circulan muy poco. Posiblemente por razones políticas Serrano no es considerado entre los grandes poetas chilenos y ni siquiera es mencionado. Se le endosa el calificativo de Nazi por su afición a la doctrina Nacional -Socialista y lo creo porque su maestro y amigo también era simpatizante. He escrito sobre este punto en este blog.
Serrano fue un conocedor de oriente, embajador chileno en la India, se codeó con figuras de la talla de Gandhi, Dalai Lama, Hermann Hesse y por cierto, Jung. Soy amante de la chilenidad como un todo pero creo que lo más valioso de la cultura chilena (si es que podemos llamarla así) es su literatura encarnada en sus escritores. Serrano es el brujo de la literatura chilena y probablemente sudamericana.
Un buen inicio para un trabajo como el de Mariano Ruperthuz, es reproducir el prólogo que escribiera Carl Jung a un libro de Miguel Serrano titulado Las visitas de la Reina de Saba. Este es el prólogo:
"He aquí un libro extraordinario. Es como un sueño dentro de otros sueños. Altamente poético, diría yo, y lo menos semejante a los productos espontáneos del inconsciente a que me encuentro acostumbrado, aunque conocidas figuras arquetípicas sean claramente discernibles. El genio poético ha transformado la materia primordial en formas casi musicales, así como, en otro extremo, Schopenhauer entendía la música como movimiento de las figuras arquetípicas. El factor principal y conformador pareciera ser una fuerte tendencia estética. Consecuentemente, el lector es cautivado en un creciente ensueño, en un espacio que se amplía cada vez más y en una insondable profundidad del tiempo. El elemento cognoscitivo no juega un papel importante, aunque reside en un nebuloso fondo, todavía vivo en la riqueza de colorido de las imágenes.
El inconsciente -o lo que nosotros designamos con este nombre- se presenta al autor en su aspecto poético, aunque yo lo perciba mayormente en su aspecto científico o filosófico o, quién sabe si con más exactitud, en el religioso. El inconsciente es sin duda la Pammater, la Madre de Todo (es decir, de toda la vida psíquica), es la matriz, el fondo, el fundamento de todos los fenómenos diferenciados que nosotros llamamos psíquicos: religión, ciencia, filosofía y arte. Su experiencia -en cualquier forma que sea- es una aproximación a la totalidad; justamente esa experiencia que se encuentra ausente en nuestra civilización moderna.
Es la avenida y la via regia al Unus Mundus.
Zúrich, enero 14 de 1960"
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