Hace un tiempo hice una entrada diciendo que para este año la cartelera de teatro en Santiago estaba cargada de freudismo. Me refería principalmente al estreno de dos obras: La secreta obscenidad de cada día, en marzo pasado y la más esperada: LA ULTIMA SESION DE FREUD en el teatro de la UC. Esta obra estuvo rodeada de una gran expectativa, ya que por primera vez se agotaron las entradas antes del estreno.
Este miércoles 22 de mayo -después de la obra- se realizará un conversatorio que conmemora los 30 años de la Sociedad Chilena de Psicoanálisis (ICHPA) y que contará con la participación de los actores protagonistas: Héctor Noguera y Cristian Campos, además de su director: el destacado actor Alfredo Alonso. A esto se sumará nada menos que Marco Antonio de la Parra en su calidad de psiquiatra y dramaturgo.
Yo fui anoche y salí con algunas dudas. En primer lugar, debo resaltar la buena puesta en escena con el despacho de Freud. La ambientación está muy bien lograda con el escritorio, la colección de antigüedades griegas y romanas y por supuesto un gran diván. Freud a esas alturas tenía dinero y por lo tanto, se trata de un lugar de trabajo muy bien equipado y a la medida de su dueño.
Entra un Freud octogenario a ponerse la prótesis en el paladar -producto del cáncer que padecía- y de la cual se queja porque le provoca bastante dolor. Luego entra el escritor C.S. Lewis que había sido citado para dar explicaciones por su libro El secreto del peregrino, en el cual hace una parodia del creador del psicoanálisis.
La conversación es cordial entre ambos y gira en torno a la existencia de Dios. Se menciona aquel triste episodio de la niñez de Freud, en donde caminando de la mano de su padre; unos soldados nazis le tiran la gorra a la calle a su padre y lo hacen salir de la vereda. Frente a esto, Don Jacob Freud sólo atinó a recoger su sombrero y seguir circulando por la calle.
También se menciona el último libro de Freud titulado MOISES Y LA RELIGION MONOTEISTA (1939) en donde el médico justifica con argumentos sólidos la tesis según la cual Moisés habría sido egipcio y no judío. También Freud cuenta su chiste que dice así:
Un vendedor de seguros poco aficionado a la religión cae gravemente enfermo y su familia decide enviarle a un sabio sacerdote para que lo convierta. Luego de compartir unas horas, el sacerdote se retira sin haber convertido al enfermo pero con un seguro de riesgos contratado.
Este chiste aparece en el escrito OBSERVACIONES SOBRE EL AMOR DE TRANSFERENCIA (1915) y Freud lo utiliza para ilustrar el manejo de la transferencia durante el análisis.
Un vendedor de seguros poco aficionado a la religión cae gravemente enfermo y su familia decide enviarle a un sabio sacerdote para que lo convierta. Luego de compartir unas horas, el sacerdote se retira sin haber convertido al enfermo pero con un seguro de riesgos contratado.
Este chiste aparece en el escrito OBSERVACIONES SOBRE EL AMOR DE TRANSFERENCIA (1915) y Freud lo utiliza para ilustrar el manejo de la transferencia durante el análisis.
Freud se muestra servicial con su invitado, le invita café y cada cierto tiempo enciende la radio para informarse de la guerra. En una parte se escucha el discurso del Rey de Gran Bretaña declarando a su pesar la guerra a Alemania. Se trata del mismo discurso de la película ganadora del Oscar, El discurso del Rey. Eché de menos la aparición de una mujer en el escenario como una sirvienta o la esposa de Freud: Marta.
Durante una hora y media se desarrolla esta conversación que por momentos me pareció un tanto árida. Sin embargo la recomiendo para los lectores de Freud y amantes del psicoanálisis. Es muy factible que se vuelva a montar en algún otro escenario.-
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