Una buena decisión es embarcarse en la lectura sistemática de
las obras de esta autora. Muy citada especialmente en lo relacionado con el
psicoanálisis de niños pero poco leída. Corresponde a un ejemplo más de una
autora nombrada pero no leída y estudiada. ¿Por qué? ¿Porque es mujer? ¿Porque
trabajaba con niños? Autora de una obra cumbre del psicoanálisis como es EL YO
Y LOS MECANISMOS DE DEFENSA (1980)
inauguró con este libro lo que posteriormente será la Psicología del Yo en los
Estados Unidos.
Hablar de Anna también es hablar de Melanie Klein (1882-1960). Analista de nacionalidad austriaca (…)
también contribuyó al desarrollo del análisis de niños y le hizo sombra a Anna.
Hasta el día de hoy se considera a M. Klein como la analista de niños por
excelencia. Sin embargo, la hija menor de Freud toma distancia a cada instante
de “la señora Melanie Klein” como la llamaba. Ambas se enfrentaron en lo
teórico y se mantuvieron separadas en todo momento en sus doctrinas. ¿Es un
segundo round luego del enfrentamiento de Freud con Jung? No lo sé. Lo
importante es resaltar que hablar de Anna es hablar de Freud, de Melanie Klein,
del análisis de niños y de la historia del psicoanálisis.
Una mujer llena de contradicciones que se cría bajo el olor
de los puros de su padre y que fue testigo directo de los orígenes del
psicoanálisis. Recuerdo haber leído hace unos años un pequeño libro titulado EL CASO DORA, MÁS ALLÁ DEL DIVÁN: DIARIO IMAGINARIO DE IDA BAUER de Eloisa Castellano-Maury. Se trataba de un supuesto diario escrito por la
famosa Dora. Una de las pacientes emblemáticas de Freud que asistió a terapia
siendo una jovencita y escribe en primera persona sus impresiones de lo que fue
aquel análisis. Si bien se trata de una ficción, la autora interpreta muy bien
los estados de ánimo de Dora. Ida Bauer era su verdadero nombre. Freud la llamó
Dora sólo para cuidar su identidad. El resultado es un libro muy entretenido
para los que nos gusta el psicoanálisis. Un buen proyecto de escritura sería
ensayar un diario de Anna Freud y utilizar como base la correspondencia con su
padre que he venido comentando en las últimas entradas.
Por último su profesión de educadora tiñe sus obras con el
ingrediente de la pedagogía. Esto la hace ocupar un lugar de referencia en el
análisis de niños. Pienso que sería de mucha utilidad adentrarse en sus obras a
los psicólogos, analistas y profesionales docentes (profesores). La educación
atraviesa una de sus más grandes crisis y frente a este panorama la figura de
Anna Freud aparece como una luz esperanzadora.
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