sábado, 7 de julio de 2012

Freud a los 17 años


Freud junto a su madre a la edad de 17 años

A la edad de 17 años, Freud ingresó a la Universidad de Viena a estudiar medicina. Sus padres habían hecho todo lo posible para que el joven Sigismund (después cambiaría su nombre al de Sigmund) tuviera una buena educación. Freud provenía de un estrato social bajo y sufriente por ser judío. El ambiente universitario por ese entonces, estaba plagado de antisemitismo.

Antes había aprobado el bachiller con muy buenas calificaciones. En una carta inédita dirigida a su amigo Emil Fluss, se puede apreciar la consistencia moral y las dudas existenciales de un joven Sigismund:    


"En cuanto a mis «preocupaciones por el futuro», las toma usted demasiado a la ligera. Con
sólo temer a la mediocridad, ya se está a salvo: he aquí el consuelo que usted me ofrece.
Mas yo le pregunto: ¿A salvo de qué? ¿No se estará a salvo en la certeza de no ser un
mediocre? ¿Qué importa lo que uno teme o deja de temer? ¿Acaso lo más importante no es
que las cosas sean efectivamente como tememos que sean? Es evidente que también
espíritus mucho más fuertes se han sentido presos de dudas acerca de sí mismos; pero
¿será por eso un espíritu fuerte todo aquel que ponga en duda sus propios méritos? Bien
podría ser un pobre de espíritu, aunque al mismo tiempo fuese, por educación, por
costumbre o quizá por el mero afán de atormentarse, un hombre sincero. No pretendo
pedirle que desmenuce implacablemente sus sentimientos cada vez que se encuentre en
alguna situación dudosa; pero si llegara a hacerlo, vería cuán poca certeza encuentra en
usted mismo. Lo maravilloso del mundo reposa precisamente en esta multiplicidad de las
posibilidades: lástima que sea un terreno tan poco sólido para conocernos a nosotros
mismos. Si usted no alcanza a comprenderme -pues estoy reflexionando con una filosofía
un tanto somnolienta-, no haga caso alguno de mis pensamientos. Desgraciadamente, no
pude escribirle de día; dentro de veintitrés días llegará por fin ese día, el más largo de los
días, ese día en el cual..., etcétera. Dado que en este breve tiempo debo meterme dentro la
sabiduría a paladas, no me queda la menor esperanza de poder escribir cartas inteligibles."

Para descargar la carta completa, haz click aquí






    

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