viernes, 12 de septiembre de 2014

Chile, 1973


“… no es posible pensar el psicoanálisis en Chile al margen de los efectos producidos por el 11 de septiembre de 1973.”
Eduardo Gomberoff
Psicoanalista


Un paciente adulto y que ha sido dirigente sindical toda su vida y militante del partido socialista, me obsequia un documento muy interesante. Se trata de un discurso pronunciado por él en el  natalicio de Salvador Allende el 26 de junio. El discurso data de 1988 y se compone de cuatro carillas escritas a máquina. No tengo mayores antecedentes sobre las circunstancias que rodean al escrito, a pesar de haberlo recibido de manos de su propio autor. Sin embargo, creo que se trata de un documento con valor histórico. El escrito posee un alto contenido literario y describe aspectos poco conocidos del ex presidente. Reproduzco algunos párrafos:
“A pesar de haberse criado en medio de una familia de clase media acomodada, profundizó y afianzó sus inquietudes sociales en la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, en Santiago.

Su constante preocupación e identificación con los sectores marginados, con los trabajadores y su rebeldía ante la injusticia le llevaron a ocupar la Presidencia del Centro de Alumnos de Medicina en 1928 y posteriormente la FECH.        
Eran los años en que los jóvenes luchaban contra la dictadura Ibañista y el compañero Allende fue relegado al norte chico pudiendo volver a Valparaíso sólo al funeral de su padre.

Esta experiencia de lucha le fortalece y es así como en 1933, junto a Marmaduque Grove, Eugenio Matte, Eugenio González, Oscar Schnake y otros destacados luchadores sociales fundó el Partido Socialista y fue elegido el primer Secretario Regional en Valparaíso.
Sus ideas políticas ya estaban enraizadas en el corazón del joven médico y dedicaba la mayor parte de su tiempo a la causa popular.”

*
Los años de dictadura militar implicaron un repliegue del psicoanálisis en Chile. Como teoría subversiva que atribuye los deseos y pasiones del hombre a un inconsciente, fue blanco de sospechas y casi desaparece del espectro. Una mente con fisuras y sombras no estaba en sintonía con aquel periodo de la historia.
 
El psicoanálisis desaparece del currículum universitario y su lugar es ocupado por la tendencia positivista de la psicología. Un rasgo sintomático de aquel periodo es que cuando se recupera la democracia (el año 90) las dos primeras tesis doctorales en psicoanálisis se focalizaron en el tema del trauma y su recuperación.
 
 
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